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¿Qué son los préstamos hipotecarios?

Cuando una persona decide adquirir una vivienda, generalmente lo hace consciente de la necesidad de acceder a financiación, ya que el importe de esta suele ser muy elevado y los ahorros no suelen ser suficientes para hacer frente a dicho pago. Por este motivo, la compra de una vivienda es una de las decisiones más importantes que una persona puede que tomar a lo largo de su vida.

Y aunque los préstamos hipotecarios se presenten como la mejor alternativa, es fundamental conocer en qué consisten este tipo de préstamos, sus características y finalidad, siendo consciente de lo que implica acceder a este tipo de financiación. Por último, destacamos que conocer las características de un préstamo te permitirá comparar adecuadamente entre unas ofertas y otras, escogiendo siempre la mejor alternativa de acuerdo a tus necesidades de financiación.

Ahora sí, te explicamos qué son los préstamos hipotecarios:

Definición de los préstamos hipotecarios

Los préstamos hipotecarios son aquellos préstamos que permiten conseguir grandes cantidades de dinero con la condición de aportar una vivienda como aval. Estos se formalizan mediante escritura pública otorgada ante el notario e inscritas en el Registro de la Propiedad.

Este tipo de préstamos suelen conllevar unos gastos más elevados, incluso cuando el tipo de interés es más bajo que otro tipo de préstamos. El motivo es que entre sus gastos se incluyen los de tasaciones, notarios, registro o cancelación, que encarecen la formalización de estos.

Además, es necesario remarcar que la garantía hipotecaria puede ser fija, variable o mixta, cada cual significa lo siguiente:

  • Fija: no puede ser modificado en la vigencia del préstamo.
  • Variable: se establece una referencia crediticia modificada periódicamente.
  • Mixta: se establece un primer periodo fijo y otro variable.

Préstamos vs créditos hipotecario

Hacemos hincapié en la diferencia entre los préstamos y créditos hipotecarios, ya que, aunque se trata de productos diferentes, sus características son muy similares, lo que lleva a la confusión a muchas personas.

Por lo tanto, cabe recalcar que este post está dirigido a los préstamos hipotecarios, siendo estos mucho más habituales.

Características de los préstamos hipotecarios

Hay dos características fundamentales que debes conocer cuando accedes a una financiación cuyo importe es tan elevado como el valor de una vivienda: el precio y el plazo de devolución.

  • Precio: nos referimos al precio del préstamo, que viene dado por el tipo de interés o porcentaje que tendrás que pagar sobre la cantidad prestada.
  • Plazo de devolución: cuando mayor sea dicho plazo, mayor será el coste del préstamo.

En cuanto a los préstamos hipotecarios, estos se caracterizan por la devolución a largo plazo, lo que otorga a las entidades bancarias una garantía especial. Por ello, el tipo de interés es inferior. Recordamos que eso no significa que el gasto sea menor, ya que los préstamos hipotecarios incluyen gastos de notaría, tasación, etc. que hace que al final sean más caros.

Ahora bien, ¿a qué nos referimos con garantía especial? Estos préstamos incluyen una vivienda, la cual se hipoteca a favor de la entidad bancaria. De ahí el nombre de préstamo bancario. Y el significado de esto es muy simple: cuando el cliente incumple con sus compromisos de pago, la entidad puede pedir su ejecución, o subasta, para recuperar la suma prestada pendiente de devolución, junto con los intereses pactados, los intereses de demora y los gastos de impago. Es decir, el cliente pierde la propiedad de su casa, lo que a su vez no significa que la deuda quede siempre saldada.

Finalidad de los préstamos hipotecarios

Ahora que ya conoces qué son los préstamos con garantía hipotecaria te estarás preguntando, ¿cuál es su finalidad? Pues muy sencillo, el objetivo principal suele ser la compra de una vivienda.

Ahora bien, ¿es esta su única finalidad? No. También se utilizan para la financiación de construcciones, ampliaciones o rehabilitaciones. Por tanto, el inmueble puede ser bien la vivienda habitual, o una segunda residencia, o bien se le puede dar un uso comercial, ya sean oficinas, locales, etc.

Además, los préstamos con garantía hipotecaria pueden dirigirse a financiar la adquisición de terrenos, promociones inmobiliarias, etc.

Y, por último, pueden dirigirse a aumentar la disponibilidad del dinero del prestatario para la compra de bienes de consumo, o para reestructurar en un único préstamo las deudas vigentes de préstamos anteriores. Por lo tanto, estos préstamos tienen numerosas finalidades, aunque la principal es la adquisición de una vivienda.

En definitiva, no existen una única finalidad por la que utilizar este tipo de préstamos.

Acerca de la regulación sobre tu protección como cliente

Por último, señalamos que, si tienes alguna duda con respecto a tu protección como cliente financiero, en caso de contratar un préstamo o crédito hipotecario con entidades de crédito (cuando sean bancos, cajas de ahorro, cooperativas de crédito o establecimientos financieros de crédito) tu protección se regula mediante la Orden EHA/2899/2011, de 28 de octubre, de transparencia y protección del cliente de servicios bancarios, y en la Circular 5/2012, de 27 de junio, del Banco de España, a entidades de crédito y proveedores de servicios de pago, sobre transparencia de los servicios bancarios y responsabilidad en la concesión de préstamos.

Por el contrario, si contratas un préstamo hipotecario con un prestamista que no sea una entidad de crédito, la normativa aplicable es la contenida en la Ley 2/2009, de 31 de marzo, y en el Real Decreto 106/2011, de 28 de enero, por el que se desarrolla aquella.

Además, si lo necesitas puedes acceder a una guía completa sobre los préstamos hipotecarios ofrecida por el Banco de España, haciendo clic aquí. Y no dudes en visitar nuestro blog.