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Los mejores préstamos con aval de 2020

Última actualización 8.2.2021 #mejorespréstamos2020 #préstamosconaval

En la actualidad existe una gran variedad de entidades y ofertas de préstamos, créditos o cualquier otra forma de financiación. Esto ocurre gracias a los avances tecnológicos y las posibilidades de encontrar el préstamo perfecto de acuerdo a las necesidades de cada persona son mucho más elevadas. Pero para ello, primero es muy importante entender qué son los préstamos con aval, cuáles son los principales tipos de aval que existen y qué requisitos básicos existen para acceder a uno de estos.

préstamos con aval

Os respondemos a estas y todas las demás cuestiones que debéis conocer antes de solicitar un préstamo con aval, a continuación:

¿Qué es un préstamo con aval?

El aval es un tipo de garantía a través del cual una persona se encarga de la devolución de un préstamo en caso de impago de la persona que solicitó el dinero. De esta manera, las entidades que ofrecen dicha financiación están seguras de que el dinero se les va a devolver. Por supuesto, juntos con los intereses y demás gastos adicionales.

En resumen, se utiliza por las empresas para verificar que la persona a la que se le presta una cantidad de dinero está respaldada por otra, dispuesta a encargarse del pago en caso de que el primero no pueda hacerlo.

A modo de ejemplo, si Juan quiere comprarse un coche por 20.000€ y el banco le solicita un aval, este debería acudir a una tercera persona que se comprometa a pagar la deuda en caso de que este no pueda, por ejemplo, un familiar.

¿Qué tipos de aval existen en un préstamo?

Siguiendo la definición dada en este mismo artículo, señalamos que, generalmente diferenciamos entre tres tipos de avales cuando solicitamos un préstamo. Estos son los siguientes:

1.      Préstamo con garantía o aval genérico

El primer tipo de aval es aquel en el que, en estos préstamos, la persona que los solicita utiliza como aval un determinado bien (como por ejemplo un coche), cuyo valor sea por lo menos igual a la cantidad solicitada, teniendo además en cuenta amortizaciones u otros elementos que puedan devaluar dicho valor del bien.

En caso de impago, la entidad se queda con dicho bien, por lo que es muy importante estar seguro de que podrás devolver la cantidad solicitada de acuerdo a los plazos establecidos.

Los avales genéricos son característicos de la compra de bienes como un coche, o bien como garantía de una hipoteca. En ambos casos, cuando el prestatario no puede hacerse cargo del pago de la deuda, la entidad prestamista se queda con el bien (aval), ya sea un coche, una casa o cualquier otro.

Resumiendo – Préstamo con garantía o aval genérico:

  • Se utiliza como aval de un determinado bien.
  • En caso de impago la entidad se queda con dicho bien.
  • Para la compra de bienes como un coche o como garantía de una hipoteca.

2.      Préstamo con aval personal

Este segundo tipo se refiere al ejemplo que hemos explicado anteriormente. En este caso, el familiar de Juan sería el aval, quien debe hacerse cargo de la devolución del préstamo, pues así queda establecido en el contrato firmado por todas las partes.

En este caso, el avalista se encarga de la devolución de la deuda tanto con sus bienes actuales como futuros. De esta manera, la entidad prestamista puede dirigirse a esta persona como si se tratase del prestatario.

Además, señalamos que, si el avalista no pudiese asumir la deuda, la entidad tendría la capacidad tanto de embargarle sus bienes como de añadirle a ficheros de morosidad. Por lo tanto, es muy importante ser plenamente consciente de todo aquello a lo que te estás comprometiendo como avalista.

Resumiendo – Préstamo con aval personal:

  • Otra persona es el aval.
  • En caso de impago el avalista se encarga de la devolución de la deuda.
  • Si el avalista no puede asumir la deuda pueden embargarle sus bienes actuales y futuros.

3.      Préstamo con aval bancario

Por su parte, en el aval bancario es el propio banco el que avala al prestatario, en este caso Juan. Para que esto ocurra, Juan debe pagar una determinada cantidad mensual al banco para que este lo avale en caso de impago.

En este último caso, es la propia entidad bancaria quien asume el riesgo. Por supuesto, dado que el riesgo es mayor, también lo serán las comisiones e intereses.

Resumiendo – Préstamo con aval bancario:

  • El banco avala al prestatario.
  • El prestamista tiene que pagar una determinada cantidad mensual al banco.
  • La entidad financiera es quien asume el riesgo.

Requisitos para poder actuar como avalista de un préstamo

Si conoces los riesgos adyacentes a actuar como aval y estás convencido de que quieres hacerlo, primero señalamos que es necesario que cumplas con los siguientes requisitos:

  • Ser mayor de edad, y presentar tu DNI u otro documento similar a este.
  • Tener una fuente de ingresos estable y con la que poder hacer frente al pago de la deuda. Estos ingresos pueden ser tu nómina o pensión, por ejemplo.
  • Contar con unos bienes patrimoniales completamente pagados, de tal manera que pudieses hacerte cargo del impago por medio de tus propios bienes.
  • No tener deudas pendientes con otras entidades.

Por supuesto, estos requisitos pueden variar de unas entidades a otras. Lo que sí conlleva actuar como avalista es que el avalista debe hacerse cargo de la deuda. Esto, por supuesto ocurre en caso de impago. Y esto conlleva incluso hacerlo con sus propios bienes.

Ahora bien, ¿a quién embarga primero la entidad en caso de impago? Esta es otra cuestión que debes conocer, y lo que ocurre es lo siguiente:

En primer lugar, la entidad que ofrece el crédito examina la situación financiera del prestatario para así poder conocer por qué este no se está pudiendo hacer cargo de la devolución y si está en bancarrota. Si es así, harán lo propio con el avalista, es decir, examinar su situación financiera.

Si el aval cuenta con unos ingresos y dinero suficiente, este se hará cargo de la deuda. Sin embargo, si ocurre lo contrario, la entidad procederá al embargo del patrimonio libre de cargas de esta persona.

Por lo tanto, concluimos señalando que antes de solicitar a otra persona actuar como aval, valoremos otras alternativas. Recomendamos hacerlo pues, aunque para las entidades es mucho más seguro entregar préstamos con aval, las consecuencias de impago por parte del prestatario y el avalista pueden ser que este último pierda su coche o vivienda.

Sin embargo, lo que sí deben hacer antes de solicitar un préstamo con aval, o cualquier otra modalidad de préstamos, es dedicar tiempo a comparar detenidamente entre unas ofertas y otras, acudiendo a un comparador de préstamos como Comparazona, expertos en identificar el mejor préstamo de acuerdo a las necesidades de cada persona.

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